Como muchos de vosotros sabréis KDE Blog es un blog personal. No es una decisión que yo haya tomado y que sea inamovible, sino que por circunstancias no he conseguido tener colaboradores que se sumen al proyecto de forma constante. En cierto modo lo comprendo: llevar un blog no está de moda y requiere cierta disciplina. No obstante, siempre encuentro algunos colaboradores puntuales como Rubén Gómez o Edith Gómez. En esta ocasión os presento “Gestión de contenedores en la nube: usos y beneficios” que nos ofrecen una serie de consejos para gestionar estos servicios que nos puede propocionar intenet.
Gestión de contenedores en la nube: usos y beneficios
Cuando se habla de contenedores en la nube, también conocidos como contenedores cloud, se hace referencia a paquetes en los que se incluye el código de una aplicación, así como bibliotecas y demás dependencias. Antiguamente, todo esto se empaquetaba en diversos formatos según el entorno en el que se pretendiera ejecutar. Hoy en día, no obstante, los contenedores se empaquetan en la nube para ejecutarse en cualquier tipo de sistema. Así, gestión de contenedores cloud se ha convertido en un paso indispensable para obtener toda la flexibilidad que se desea.

Los usos de los contenedores cloud
Por lo general, los contenedores en la nube son utilizados para multitud de proyectos. Los microservicios son un ejemplo, ya que su arquitectura hace posible descomponer las aplicaciones en componentes más pequeños para realizar una función concreta. Los contenedores cloud permiten ejecutar miles de microservicios de este tipo.
Los DevOps, por su parte, también se ven beneficiados por esta forma de empaquetar la información. Ofrece un proceso repetible y disponible como código, y eso suele ahorrar tiempo de desarrollo, así como reducir los errores manuales que se producen durante el proceso.

Qué beneficios ofrecen los contenedores cloud
Los beneficios que brindan los contenedores en la nube son varios. Uno de ellos guarda relación con el hecho de que permiten implementar software en diferentes entornos, sin necesidad de agruparlo para la arquitectura de cada sistema operativo.
El proceso de contenedorización, por su parte, hace que las máquinas virtuales sean instancias. Así, están disponibles en diversas configuraciones, lo que les otorga una capacidad de reconfiguración única. Cambiar las máquinas de entrada y salida, dependiendo de la aplicación, será sencillo. Y eso se traduce en una mayor flexibilidad del proceso.

Escalabilidad y resiliencia, otros beneficios derivados
La escalabilidad es otro claro beneficio. Las aplicaciones tradicionales, después de todo, están limitadas por un solo recurso de servidor, mientras que los contenedores permiten eliminar esta limitación gracias a su distribución entre diferentes máquinas. Así, la escalabilidad puede ser infinita.
Por último, hay que tener en cuenta la resiliencia que los contenedores brindan. Como es una arquitectura distribuida, no importa si una máquina falla, ya que otra podrá activar los contenedores que faltan para reforzar el funcionamiento de la aplicación.
Donde puedo obtener más información de este sistema para el uso de emprendimiento comunitario
Amigo está genial que quieras ver un poco de beneficio con el blog, cuesta mucho y te comprendemos!! Pero si es pubicidad tienes que advertirlo porque queda mucho peor no hacerlo
Hola Dani:
No me dejan poner lo que dices. Pensé que al no tener la estructura de siempre se notaría.
Además, para compensar, hoy he publicado otro artículo.
Saludos